La indicación geográfica protegida (IGP) es uno de los regímenes de calidad en la Unión Europea que identifica un producto alimentario que es originario de un lugar determinado, una región o un país, tiene una calidad determinada, una reputación u otra característica que pueda esencialmente ser atribuida a su origen geográfico, y como mínimo una de sus fases de producción, transformación o elaboración se hace en la zona geográfica definida.
Es necesario que se cumplan los requisitos establecidos en el Reglamento comunitario sobre regímenes de calidad de productos agrícolas y alimentarios.[1]
La IGP es un distintivo de identificación de la Unión Europea, creado en 1992. Inicialmente se asignaba sólo a productos alimenticios, pero desde 2009 se aplica también a los vinos (se excluyen las bebidas espirituosas). Las denominaciones IGP están protegidas legalmente en toda la Unión Europea.
A diferencia de una denominación de origen protegida, parte de la materia prima, o bien parte del proceso de producción, transformación o elaboración, puede provenir o se puede realizar fuera de la zona geográfica. Sin embargo, se garantiza la reputación y la calidad tradicional de la zona. Por ejemplo, en la isla de Mallorca no se dispone de suficiente harina para hacer todas las ensaimadas típicas.
Reglamento CE №510/2006
El Artículo 2, titulado «Denominación de origen e indicación geográfica», estipula en su punto 1 las diferencias entre ambas designaciones:
Véase también
- Sello de calidad
- Especialidad tradicional garantizada
- Denominación de origen protegida
- Marca de garantía
Referencias
Enlaces externos
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